Los antiguos egipcios eran una civilización extraordinaria que floreció a lo largo de las fértiles orillas del río Nilo en el noreste de África durante más de tres milenios. Aunque hoy en día se considera comúnmente que los antiguos egipcios eran de una sola raza, la realidad es mucho más matizada.
En términos generales, los antiguos egipcios eran una mezcla de varios grupos étnicos y culturales que habitaron el valle del Nilo. La base de la población egipcia antigua estaba formada por los “kemet” o “pueblo negro”, que eran los habitantes originales de la región. Estos grupos eran de piel oscura y constituyeron la población indígena del Alto y Bajo Egipto.
Con el tiempo, la región vio la llegada de otros grupos étnicos, como los semitas, los nubios, los libios y los pueblos del Cercano Oriente. Estos grupos entraron en contacto con los egipcios nativos a través del comercio, la migración y, en algunos casos, la conquista. Como resultado, la población egipcia antigua se volvió cada vez más diversa a lo largo de los siglos.
El antiguo Egipto también experimentó períodos de dominación extranjera, como el dominio hicsio y la dominación persa, griega y romana. Estos períodos de ocupación extranjera también contribuyeron a la mezcla étnica de la población egipcia, ya que los gobernantes y conquistadores extranjeros a menudo se casaban con mujeres egipcias o traían consigo a sus propias poblaciones.
En términos de características físicas, los antiguos egipcios representaban una amplia variedad de rasgos, desde el oscuro tono de piel de los kemet hasta tonos más claros asociados con las poblaciones del Mediterráneo. Las representaciones artísticas egipcias muestran una gama diversa de colores de piel, desde el más oscuro hasta el más claro, lo que sugiere que la sociedad egipcia antigua era muy diversa en términos de apariencia física.
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