El Libro de los Muertos egipcio, conocido originalmente como “Per Em Heru” o “El Libro para Salir al Día”, es una obra fundamental de la literatura funeraria del antiguo Egipto. Aunque popularmente se le llama “Libro de los Muertos”, en realidad no era un libro único, sino más bien una colección de textos funerarios que se utilizaban para guiar y proteger al difunto en su viaje al más allá y asegurar su vida eterna en el reino de los muertos.
Este conjunto de textos funerarios fue elaborado y utilizado a lo largo de varios siglos, desde el Imperio Medio hasta el período grecorromano del antiguo Egipto. Los primeros ejemplos de textos funerarios similares datan del Imperio Antiguo, pero fue durante el Imperio Nuevo cuando se desarrolló el concepto del “Libro de los Muertos” en su forma más completa y elaborada.
El propósito principal del Libro de los Muertos era proporcionar al difunto las instrucciones necesarias y las fórmulas mágicas para superar los peligros y obstáculos que encontraría en su viaje al más allá. Los egipcios creían en un juicio después de la muerte, en el que el difunto tenía que demostrar su inocencia ante un tribunal divino encabezado por Osiris, el dios del inframundo y la vida después de la muerte.
El Libro de los Muertos estaba diseñado para ayudar al difunto a sortear con éxito este juicio y alcanzar la vida eterna. Contenía una variedad de textos, desde oraciones y hechizos hasta descripciones de los juicios que enfrentaría en el más allá y guías para navegar por el reino de los muertos. Estos textos eran acompañados a menudo por imágenes y escenas ilustrativas que representaban al difunto realizando diversas actividades y enfrentando a los dioses y demonios del más allá.
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